La educación en los medios

Este blog está dedicado al tratamiento que los medios de comunicación dan a la educación de la sociedad.

jueves, 2 de diciembre de 2010

¿Periodismo ingenioso o sensacionalista?



El Periodismo sensacionalista es definido como: modo de plantear los hechos de manera exagerada, perdiendo el sentido noticioso de los mismos, a cambio de ganar más dinero.

Esta fotografía fue tomada el 8 de junio de 1972 cuando un avión de Vietnam del Sur bombardeó con napalm la población de Trang Bang.
La niña del centro de la foto se llama Kim Phuc y está escapando junto con sus primos del bombardeo. Va desnuda, porque el napalm le había consumido sus ropas. El fotógrafo es el vietnamita Nick Ut, de AP y ganador de un Pulitzer. Después de sacar la foto llevó a Kim a un hospital sudvietnamita. Finalmente fue trasladada al Hospital Barsky donde pasó 14 meses recuperándose.

En 1982, a los 10 años de tomarse la famosa fotografía, un fotógrafo alemán encontró a Kim que actualmente vive en Toronto (Canadá) y además de ser embajadora de la UNESCO, preside la “Fundación Kim Phuc”, dedicada a ayudar en todo el mundo a niños víctimas de la guerra.

En una entrevista para la BBC de Londres, Nik Ut recordó ese momento: “Empecé a ver columnas de humo y mucha gente que corría. Vi a una señora que corría y pedía ayuda con un bebé muerto en sus brazos. Entre el humo negro vi a Kim Phuc que corría gritando “nam ua, nam ua” (demasiado caliente) y tomé muchas fotografías”. Después Nik relata que dejó su cámara a un lado, pensando “no quiero que muera”, levantó a la niña y le dio un poco de agua, la cubrió con una manta y la llevó al hospital en su coche.

Ella comenta: “Cualquiera que vea esa fotografía puede ver la profundidad del sufrimiento, la desesperanza, el dolor humano de la guerra, especialmente para los niños. Cuando veo esa imagen una y otra vez, agradezco a Dios que el tío Nik congeló ese momento de la historia con su fotografía, y permitió que las próximas generaciones vieran lo que puede ser el horror de la guerra”.

En el año en el que fue publicada esta fotografía, la sociedad y el mundo en general no estaba tan habituado a convivir con este tipo de imágenes en las que se refleja la realidad, pero en ocasiones más que una imagen informativa, resulta un relato ilustrado de una manera dramática y morbosa que no ocasiona el mismo impacto en la opinión pública, como sucedía en años anteriores.

Ryszard Kapuscinski, el maestro del periodismo, decía al respecto que los hombres de prensa deben poder conjugar inteligencia y sensibilidad en beneficio de la masa humana.
Es decir, que el periodista está en la obligación profesional y moral de acercarse al ser humano y atender sus necesidades informativas.
Estamos cansados ya de oír que este periodismo, el periodismo de espectáculo o sensacionalista, es el que vende. ¿Pero para quién vende? ¿Es realmente un periodismo que satisface necesidades informativas o simplemente alenta la parte curiosa y morbosa de la audiencia?

La responsabilidad y el parámetro ético del periodista, es el que marca la diferencia entre periodismo y sensacionalismo, información o dramatización…
El problema que actualmente existe, es que los medios de comunicación y ciertos comunicadores han hecho de las noticias dramáticas, un circo mediático.
Mediante el abuso de esas imágenes han conseguido normalizar y habituar a la sociedad a esa clase de noticias, por lo que ha llegado un momento en el que no consiguen sensibilizar porque de alguna forma es el “pan nuestro de cada día”

Haciendo referencia al titulo, es importante destacar que dos de las características más fundamentales que ha de tener un periodista, son: la objetividad y la creatividad. Pero el problema que aquí surge, es que la creatividad periodística se corresponde con la habilidad del profesional de convertir un hecho en una información atractiva, entretenida y asequible al lector; no en una actividad morbosa. De la misma manera, que la facultad de escribir para una audiencia conlleva un ejercicio sincero en el que se incluyan hechos noticiosos, ni mas ni menos.

Por esto mismo, la base fundamental del periodismo y de todo ser humano, es el respeto a los demás.

¿Cuál es el límite?

¿Imágenes sensacionalistas o información?, esa es una de las preguntas más habituales últimamente, esto es debido al mal uso que se le está dando a ciertas  imágenes, ya que se intenta llamar la atención del lector a través de imágenes que causen impacto a primera vista y le enganche a leer la noticia.
Estas fotos son en muchas ocasiones sacadas  de contexto y se utilizan para temas que pueden llegar a mover la conciencia del lector, como la famosa foto de Kevin Carter. Son fotos que  pueden llegar a hacer que la audiencia acabe teniendo una opinión totalmente distinta a la que tenía respecto al tema que rodea la imagen.
Es verdad que una imagen vale más que mil  palabras, pero esa imagen debe estar bien situada y explicada dentro de un contexto para que el lector no confunda el contenido de la foto con lo que realmente queremos llegar  a decir.
Creo que en esta  sociedad parece que ya todo vale y que da igual que aparezcan imágenes tremendas en los medios de comunicación con tal de vender, quizás deberíamos plantearnos si la sociedad lee esas publicaciones por la información y el interés que ese reportaje tiene, o por simple morbo. Esta última opción me parece que está aumentando en los últimos años puesto que  lo que nos entra primero es lo que vemos pero si además nos impacta y nos facilita el llegar a la información nos parece mucho mejor, si no se pone un límite a ciertas imágenes sensacionalistas creo que llegara un día en el cual no haya escrúpulos y cualquier imagen que llame la atención, sea o no digna de sacarse a la luz, acabara llegando a los medios de comunicación, y como consecuencia a la sociedad.

¿INFORMACIÓN O SENSACIONALISMO?

Desde hace tiempo se viene hablando del sensacionalismo del fotoperiodismo. No son pocas las críticas que se han hecho sobre determinadas fotografías. Pero ¿cómo diferenciar la información del sensacionalismo? La línea que lo separa es tan difusa que se ha convertido en un debate muy subjetivo.

Aun así podemos decir que el propósito del fotoperiodismo es el de informar a través de un medio visual como es la fotografía. Bien es sabido que las imágenes tienen mayor grado sentimental que las palabras, de ahí la frase una imagen vale más que mil palabras.

Las fotografías lo único que hacen es informar mostrándonos lo que con palabras se intenta explicar. Una imagen informativa tiene que saber expresar lo que ocurre en ese momento. El periodista ha de saber captar la información a través de algo muy concreto. Y no siempre es fácil.

En relación con el debate entre información y sensacionalismo he de decir que la línea está donde nosotros queremos que esté.

Si se da el caso de una noticia sobre alguna catástrofe, pongamos como ejemplo Haití, nos van a contar lo mismo todos los medios. El problema es que no es lo mismo oírlo o leerlo que verlo.

Lo mismo que ocurre con el fotoperiodismo sucede, de alguna manera, con las imágenes audiovisuales. El relato es el mismo, personas que mueren trágicamente, episodios sangrientos, derrumbamientos… Y esto es lo que nos muestra las imágenes.

Lo que pasa es que cuando leemos una noticia nos puede causar impacto, pero en el momento en el que vemos la imagen nos damos cuenta de lo que hay en verdad.

Se da también el debate de los fotoperiodistas. La ética y la moral están presentes en esta disputa. ¿Qué debe hacer el periodista?

Recordemos la imagen de Kevin Carter, aquella que le llevó al suicidio. Fue comentada en numerosas partes del mundo y expuesta a críticas. Finalmente se supo la verdad sobre esa foto, pero Kevin Carter ya estaba muerto.

Como él hizo en su momento el fotógrafo Nick Ut, quién realizó la fotografía famosa de la niña en la Guerra de Vietnam.

Leyendo una entrevista a Kim Phuc, la niña de la foto, he sabido que ella agradece esa fotografía. Es más, en este caso fue el mismo fotógrafo quien, tras realizar la foto, llevó a esa niña al hospital. Las palabras de Kim, años después, son las siguientes: Cuando veo esa imagen una y otra vez, le agradezco a Dios que el "tío Ut" congeló ese momento de la historia con su fotografía, y permitió que las próximas generaciones vieran lo que puede ser el horror de la guerra”.

Con esto quiero concluir diciendo que los periodistas no son personas sin corazón que buscan el sensacionalismo por encima de todo, como hemos podido ver en los ejemplos. Y que el límite de esta cuestión está donde cada uno quiera establecerlo.